TENDENCIAS

El diseño colaborativo no es un estilo de diseño, sino un ENFOQUE: si bien es importante el resultado al cual se llega, este se centra en el proceso y procedimientos de diseño.
Se define un problema, se proponen ideas y se evalúan soluciones propuestas.

¿Quienes son parte?
Lo conforman diseñadores, investigadores, desarrolladores y demás. Implica diseñar considerando a: empleados, socios, clientes hasta usuarios finales.
 

El cliente y el diseñador se fusionan y la comunicación entre ellos es imprescindible para que el proyecto tenga buenos resultados. Entonces, el diseñador deja de ser el protagonista, para convertirse en “uno más” del grupo.

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Cada participante tiene un rol específico, tiene una tarea en particular, pero lo importante es que, ninguno es imprescindible. Es decir, cada uno de ellos si bien es una pequeña parte del todo y se encargará de realizar la tarea en la que se destaque, en la que supere a los demás, debe involucrarse en todas y cada una de las partes del proyecto. Este no puede depender de uno, sino de todos.

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Reflexión personal 

Creo que trabajar varias personas de distintas disciplinas, mentalidades y formas de trabajar, se logra un proyecto “ecléctico”, y esto es para mi, algo bueno.

Veo al diseño colaborativo como un arcoiris. Cada color representa a cada uno de los integrantes del proyecto. Todos son distintos; todos piensan diferente, tienen distintas profesiones, tal vez cultura, viven en sociedades distintas; pero, cada uno es una parte de un todo. Nace un aroiris: se llega a la meta. 

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Yo creo que, si bien podemos trabajar solos, si bien podemos lograr excelentes resultados, un trabajo realizado por más cabezas creativas va a tener un mejor resultado que uno realizado por una sola. "Dos cabezas piensan mejor que una". Además, cada uno va aprendiendo de los demás. Nutrirse de conocimiento es siempre algo bueno y enseñarle a los demás también; da cierto placer saber que estamos ayudando a otros a crecer.

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Algo que tiene un rol muy importante en el diseño colaborativo es las tecnología.
Las nuevas tecnologías facilitan la comunicación y el intercambio de conocimiento entre las partes; permitiendo así que el diseñador acceda a información que antes no tenia libre acceso. Por ejemplo, que varias personas trabajen en paralelo sobre un mismo proyecto. A través de Google docs, Skype, videollamadas, entre otros. Hoy en día se puede trabajar con alguien que se encuentre en el otro lado del mundo y esto se da gracias a los avances. Además, cuando alguien toma una decisión, otro puede opinar sobre ella, proponiendo soluciones alternativas o estando al tanto de cómo va cierta fase del proyecto.

Tiene sus lados positivos y negativos. La tecnología te da una “pizca” de idea y a partir de eso te inspirás... y esto puede ser algo positivo, porque sirve de inspiración, pero puede ser algo negativo, ya que a veces nos basamos tanto en cosas ya existentes, que perdemos esa capacidad de innovar, porque “tomamos” lo que vemos y no lo podemos “soltar”; a veces a un diseñador no le resulta tan fácil aportar originalidad.

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Ahora, en conclusión.. creo que está bueno trabajar en conjunto pero "no es todo color de rosas". Al compartir ideas, conocimientos, estamos corriendo el riesgo de que otros las tomen como suyas, ¿Cómo podemos asegurarnos que esto no va a pasar? ¿Cómo hacemos para confiar en otro? En realidad, yo creo que no lo sabemos. Pero, si somos parte de un equipo,con todas las letras, si cada uno está comprometido con el proyecto, no hará nada para defraudar a los demás y hará lo posible para que ese equipo avance. Entonces creo que lo importante es formar un buen equipo de trabajo que nos genere confianza y esperar lo mismo que haríamos nosotros, de los demás. 

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